2020: la radio perfecta en 10 datos

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Por Juanma Ortega
Presentador de la Cadena SER y director de Estudios Quinto Nivel.

Nos separa de 2020 el mismo tiempo que ha transcurrido desde 2010, pero las cosas van cada vez más deprisa. Si hay un ejercicio que me encanta hacer desde pequeño, además del de la radio, es el de la prospectiva. Tratar de saber en qué va a consistir eso llamado “futuro” es apasionante. ¿Qué te parece viajar hacia adelante un lustro basándonos en algunos datos presentes? He recopilado diez de ellos para sacar otras tantas conclusiones que pueden darnos una buena pista.

Dato 1: El tiempo es un valor en alza

Nadie lo duda. Si antes se decía “el tiempo es oro”, ahora lo es mucho más. Por lo tanto, cualquier aplicación que sirva para ahorrar tiempo es valiosa. Antes, el reto era conseguir presentar al oyente los contenidos para que él los escogiese. Ahora el desafío es adivinar qué te va a gustar y dártelo en menos de un par de segundos. Aquí las variables biométricas, geolocalizadas y las obtenidas de tus búsquedas y mails van a jugar un papel fundamental para saber quién eres, qué quieres escuchar y ofrecértelo antes de que puedas respirar.

• Primera conclusión: La radio “a la carta” dará paso a la radio “personal”.

La investigación de la escucha a nivel individual llevará pronto a la radio perfecta… para ti. Somos bastantes los que ya estamos investigando en la generación de contenidos específicos para públicos concretos. Mientras, otros están creando la tecnología para conseguir acertar en el momento de escucha. Seguiremos informando.

Dato 2: El lado humano es clave

¿Qué hace que la radio musical, a pesar de existir canales de “música a la carta” como Yes.fm o Spotify, siga siendo escuchada por millones de personas? Que alguien te acompaña. Alguien comparte contigo lo que siente o piensa, te cuenta cosas, y eso no lo puede suplir nunca una perfecta selección musical. Cuanto más compleja es la tecnología, más se valoran los contenidos humanos que existen en ella. Lo que mejor funciona en redes sociales son publicaciones de marcado carácter humano. Las generaciones venideras no imaginarán un mundo que no esté socialmente unido y siempre querrán conectar con los sentimientos y experiencias de otros seres humanos.

• Segunda conclusión: Seguirá habiendo locutores.

Y se valorarán cada vez más sus valores, naturalidad y transparencia.

Dato 3: Las programaciones musicales basadas en sistemas avanzados de mediciótienen limitaciones

Los sistemas como Coleman (entre otros) han dirigido durante bastantes años las programaciones musicales de miles de emisoras de todo el mundo. Lo siguen haciendo y probablemente perdurarán, pero sus límites están siendo cada vez más evidentes para todos. Precisamente, como una derivada de lo anterior, el lado humano de la programación musical no puede desaparecer.

• Tercera conclusión: El ordenador orientará, pero el director musical y el comunicador retomará las riendas.

Un GPS dará una ruta, pero la última palabra siempre la tiene el conductor. Y el comunicador no perderá su papel prescriptor o, dicho de otro modo, humano.

Dato 4: La radio ya no es solamente radio

Desde hace bastante tiempo, con la transformación de los departamentos de documentación en auténticas centrales de “Gestión de los Contenidos”, ya se vio hacia dónde apunta la empresa radiofónica. La venta de postes físicos no ha hecho más que demostrar que una radio ya no es una radio, sino todo un proveedor de contenidos que son transmitidos a través de varios soportes: TDT, smartphones, tablets, web, podcasts, etc. Desde que los “iphones” no tienen FM, la escucha de radio online crece a un ritmo frenético cada año. Aparecen las “second screen”, y por pantallas no quedará. El canal se desvincula cada día más del contenido.

• Cuarta conclusión: Las radios dejarán de ser “medios” para ser definitivamente productoras de contenidos”.

Cuanto más se apliquen los procedimientos y estructuras de este último tipo de empresas, más cerca se estará de la sostenibilidad del negocio. Es inevitable.

Dato 5: Si no estás en un smartphone, no existes. El transistor se llevará en el bolsillo

Ahora no nos separamos del móvil. Hasta en casa, elegimos lo que queremos escuchar desde nuestro móvil, que es donde tenemos todas nuestras preferencias, perfiles y características personales. La radio ha de girar, necesariamente, alrededor de este aparatito que comenzó siendo… ¿para llamar?

• Quinta conclusión: El móvil será definitivamente nuestra radio.

Y el centro de los canales de distribución de los contenidos.

Dato 6: Las marcas no se conforman con poner cuñas

Las inserciones en forma de anuncios han servido durante años, pero el propio medio lo reconoce cada vez que dice aquello de “una pausa y volvemos”. El cliente se ha cansado de hablar cuando nadie escucha, de ser el culpable del zapping y de vivir de las migajas de lo que sobra del contenido. Si pagan el banquete, quieren sentarse en el centro. Ya está habiendo algunas concesiones en las programaciones a marcas y agencias, y cada vez veremos más este método de producción.

• Sexta conclusión: El Branded Content no ha hecho más que empezar.

Las marcas y agencias producirán cada vez más contenidos para la radio.

Dato 7: Existen millones de emisoras online, pero pocas con audiencias significativas 

La posibilidad de hacer radio “doméstica” ha inundado la Red de ingentes cantidades de contenidos, seguidos por algunas decenas de personas en la mayoría de los casos, y centenares en algunos muy concretos. El fenómeno en realidad no es nuevo. En pleno “boom” de las FM piratas de los 80, planté una antena en mi balcón. El pequeño transmisor que todavía conservo consiguió que más de un vecino se tomase en serio la escucha, pero era difícil competir con las grandes cadenas. Me sirvió de escuela, y para conocer la radio en todos sus aspectos. La realidad, gracias a Internet, ha superado a la ficción. Las grandes cadenas empiezan a necesitar ya segundos, terceros y cuartos canales para poder colocar contenidos segmentados. Un ejemplo: los partidos de las doce del domingo se emiten, salvo excepciones, por “SER 2”, es decir, lo que antes se denominaba “Onda Media”. Y si pudiera hacerlo ya, la radio emitiría simultáneamente decenas de posibles contenidos para cada tipo de oyente. Y muy probablemente, lo hará.

• Séptima conclusión: La “atomización” de la señal en microcanales es inevitable.

Canales para nostálgicos de la música en español de los años 70 podrán escuchar la misma emisora (productora) que un moderno de los 2000, con algunos contenidos (branded, claro) comunes. Hay iniciativas muy concretas y de éxito, como Radionomy, que permite que tengas tu propia radio en minutos.

Dato 8: La publicidad ya se está distribuyendo en canales pequeños para conseguir el impacto equivalente a uno más grande

Muchos hemos escuchado cuñas en español y hasta de nuestra provincia al conectarnos a una radio online norteamericana temática que, como mucho, escucharán un puñado de locos por ese estilo musical. Lo que quizá no sepamos es que ese mismo contenido publicitario estará sonando en cientos de emisoras en Internet similares. Al final el resultado numérico acaba siendo parecido al de la emisión de una estación local en FM. Los sistemas de distribución de publicidad para la radio en Internet han despegado con fuerza y no parece que vayan a abandonar la carrera. Es el momento del “real-time bidding”, las pujas de espacios dentro de las programaciones, según los expertos.

• Octava conclusión: La atomización de la señal conlleva la atomización del contenido publicitario.

Los que antes producíamos cuñas genéricas, ahora creamos contenidos publicitarios “de nicho” para marcas en canales y programas.

Dato 9: La gestión de los derechos de autor es un caos

Un músico amigo mío aceptó no cobrar la producción de sintonías porque esperaba recibir los correspondientes derechos de autor que le correspondían por haberse estado emitiendo durante años a diario sus composiciones en una cadena de alcance nacional. Todavía no conoce el beneficio de haberlo hecho. En el otro lado, una radio online puesta en marcha por aficionados no puede sobrevivir por no poder atender lo que la SGAE y AGEDI les solicitan. Las emisoras no pueden pagar tanto, los músicos no cobran lo que merecen. El entramado editorial engloba a muchísimos más intermediarios de los necesarios. Ha habido corrupción, despilfarro y tráfico de influencias. Por otra parte, existen ya canales de éxito (SoundCloud, Free Music Archive, CCMixter o Jamendo, entre otros) en los que poder escuchar artistas que ceden los derechos de uso de sus composiciones mediante Creative Commons, todo un símbolo ya de libertad en la Red. Por cierto, muchos de estos artistas tienen poco que envidiar a los que se suelen escuchar en las emisiones convencionales de música comercial. Proyectos aglutinadores piden colaboraciones a artistas de todas las disciplinas cediendo derechos a cambio de beneficios si los hubiera.

• Novena conclusión: La gestión de los derechos de autor será más justa y cada vez más artistas usarán Creative Commons.

Dato 10: La radio sobrevive a cualquier medio o tiempo histórico

Su inmediatez, el hecho de poder llevarla a todas partes, el valor humano de compañía y su capacidad para crear comunidad han resistido el impacto de la televisión, de Internet, de las redes sociales y hasta de los sistemas de música a la carta. Siempre nos gustará llevar en el bolsillo a alguien que nos cuente cosas que nos interesen.

• Última conclusión: Tenemos radio para rato . Sea por donde sea. Pase lo que pase.


Fuente: http://toyoutome.es/blog/2020-la-radio-perfecta-en-10-datos/34677